sábado, 11 de julio de 2009

Karen Mulder, un juguete roto

Fue una de las elegidas para formar parte de las Top Models, un escalafón sólo accesible para unas pocas. Pero su vida no fue un cuento de hadas. La modelo vive ahora uno de sus peores momentos.

Fue a finales de los 80 y principios de los 90 cuando unas mujeres con cuerpos esculturales se convertían en las protagonistas de los sueños de muchos y la envida de muchas. Sus nombres aparecían en todas las portadas de las revistas y eran las más solicitadas en las pasarelas.

Nació entonces el selecto club de las Top Models: Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell, Linda Evangelista o Elle Macpherson eran algunas de las privilegiadas. Karen Mulder también era una de ellas.

Esta holandesa de 178 centímetros de altura fue la reina de la elegancia durante años, hasta que decidió retirarse a finales de los 90. Fue entonces cuando confesó que, en realidad, nunca le había gustado su profesión y que odiaba que la fotografiaran.

El escándalo llegó en 2001, cuando en un programa de televisión contó cómo la explotaron sexualmente y la violaron; cómo empresarios del mundo de la moda le obligaron a consumir drogas, entre ellos algunos altos cargos de la agencia Elite que estaban presentes en el programa y hasta un miembro de la familia real de Mónaco; cómo sufrió abusos sexuales desde los dos años.

Era la tragedia personal de esta chica joven y bella, un infierno de vida que había ocultado durante mucho tiempo.

Tras este duro relato, tuvo que abandonar el plató por una crisis de ansiedad para ingresar al día siguiente en una clínica psiquiátrica. Comenzó entonces una lucha personal por seguir adelante, por volver a convertirse en esa mujer sofisticada a la que todo el mundo envidiaba.

Pasó tres meses en el hospital, y poco después se arrepintió de los que había dicho en aquel programa de televisión. Sin embargo, su historia nunca se olvidó y nada volvió a ser lo mismo.

Meses después, su ex novio, Jean Yves Le Fur, un joven empresario que tuvo un romance con Estefanía de Mónaco, la encontró tirada en su apartamento tras haber tomado barbitúricos.

En 2006, parecía que su vida volvía a la normalidad y tuvo una hija. Sin embargo, como confesó en su día su padre, Karen no llevaba nada bien que se acabes su vida como modelo, y por ello ha sido una habitual en los quirófanos.

El último escándalo ha tenido que ver con ellos. La policía de París, donde vive la modelo, la ha detenido después de que su cirujana la demandase por acoso. Al parecer, no logró los objetivos deseados con el bisturí y la holandesa entró en cólera hasta amenazar a la doctora en reiteradas ocasiones.

Es la triste vida de una mujer que llegó a lo más alto, y ahora se encuentra luchando por no caer en los infiernos.
Julio 9 de 2009

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