lunes, 17 de enero de 2011

El peligro de vivir sentado...

Las personas que gastan gran parte de su tiempo libre frente a una pantalla son más proclives a alimentarse mal y a sufrir problemas cardiovasculares.

Desde hace tiempo se tiene la noción de que estar muchas horas sentado frente al computador, el televisor o en un carro es malo para el corazón. Ante esto, muchos han optado por corregir la situación haciendo una hora diaria de ejercicio. Pero ahora resulta que esto no es suficiente, pues el daño que genera la inactividad durante tanto tiempo es tan grande que no se resuelve con 60 minutos de pedaleo en el gimnasio.

Así lo demuestra un estudio del University College London que analizó a 4.512 escoceses mayores de 35 años durante cuatro años. El 54 por ciento confesó que dedicaba entre dos y cuatro horas a ver televisión, mientras el 29 por ciento duraba más de cuatro. Los investigadores encontraron que aquellos que permanecían sentados más de dos horas frente a una pantalla tenían el doble de riesgo de morir de un problema cardiaco comparado con los que gastaban menos tiempo en ello. Esto sin contar el periodo de trabajo o de estudio y variables como obesidad, diabetes o tabaquismo. El estudio saldrá en el Journal of the American College of Cardiology.

No es el primer estudio que arroja conclusiones similares. Cada vez se acumula más evidencia de que estar inactivo es en sí mismo un riesgo, independientemente de si la persona hace o no ejercicio. Un estudio realizado el año pasado concluyó que los hombres que pasaban sentados en un mismo puesto 23 horas a la semana tenían un riesgo mayor de morir del corazón que aquellos que solo permanecían 11 horas. Aun más sorprendente es otro estudio realizado entre niños y publicado en 2009, que halló un aumento de la presión arterial en aquellos que miraban más televisión. En ambas investigaciones no tuvo ningún impacto el hecho de que los participantes hicieran ejercicio o tuvieran una figura esbelta.

Entre las explicaciones que se han dado para entender este fenómeno está que los individuos tienden a comer más mientras están sentados frente al televisor. De hecho, algunos estudios han demostrado que la gente es más proclive a comer alimentos menos sanos en estas circunstancias.

Otra posible razón es que el metabolismo de los lípidos se afecta con la inactividad, pues, según se ha encontrado en estudios en animales, se reduce el trabajo de una enzima conocida como lipoproteína lipasa, responsable de metabolizar la grasa que circula en la sangre y llevarla a los músculos para que sea usada como fuente de energía. El ejercicio tendría muy poco impacto en la actividad de la hormona, y por eso es que en los estudios el riesgo se vio a pesar de que las personas hicieran algún tipo de actividad física para compensar. Otro trabajo logró establecer que cuando las personas obesas reducen su consumo de televisión a la mitad logran quemar más rápido las calorías.

Se ha sugerido otra opción y es que pasar mucho tiempo sentado aumenta el nivel de la proteína C reactiva, que es un marcador de inflamación en el organismo ya conocido por generar un riesgo cardiovascular.

Estos hallazgos generan un dilema pues la mayoría de personas pasan hoy mucho tiempo sentadas. Luego de trabajar ocho horas en una oficina, la gente se sienta otra más en su carro para regresar a su casa y, una vez allí, se instala en el sofá otras dos horas para ver televisión. Los médicos sugieren reducir el tiempo frente a una pantalla en los espacios de ocio, pero el gran reto será aumentar la actividad física en el trabajo.

Publicado por la Revista Semana
http://www.semana.com/noticias-vida-moderna/peligro-vivir-sentado/150167.aspx

jueves, 6 de enero de 2011

El hombre sí llegó a la luna

Han pasado algo más de 40 años desde cuando Neil Armstrong pisó la Luna aquel legendario 20 de julio de 1969, y aún siguen existiendo versiones según las cuales tan histórico episodio fue apenas un montaje. ¿Por qué? ¿Qué tiene de interesante esa teoría lunática que atrae tanto a la gente?

¡Nada! Es más, la teoría es tan absurda y tan pasada de moda, que lo increíble ya no es tanto que el hombre haya o no pisado la Luna, sino ver cómo aún hay gente que continúa pensando que aquello fue un truco.

Y lo primero que hay para decir es que la teoría está ya superada. Sí, pasada de moda, porque aunque creas que eres supermoderno y que has descubierto algo oculto y supersecreto después de ver algún misterioso video colgado en internet, lo únioco y rigurosamente cierto es que esta teoría es tan antigua, que ya sólo sirve para dejar en ridículo a quien pretende sustentarla.

Por eso, y resumiendo mucho, vamos a echarle un vistazo a algunos de los puntos claves de esta conspiración lunar.

¿Quién la inventó?

Cabe imaginar que si alguien va diciendo por ahí que el hombre no llegó a la luna, le gustará saber de quién es esa teoría de la que tanto se habla.

El padre de esta teoría lunática se llamaba Bill Kaysing. Nació el 31 de julio de 1922 en Chicago, Illinois, y falleció en Santa Bárbara, California, el 21 de abril de 2005. Escribió varios libros y cientos de artículos pero es mundialmente conocido por We never went to the moon (Nunca fuimos a la Luna), libro en el que afirma que los seis alunizajes del Programa Apolo, entre 1969 y 1972, nunca sucedieron y que fueron un montaje. Este libro lo convirtió en el padre de la hipótesis del fraude lunar.


¿Era Kaysing un científico? ¿Un astrónomo, quizá? ¿Un físico o un matemático? Pues no, Kaysing era un escritor de novelas de bolsillo, que allá por los años 70 escribió su muy venido libro, inspiraqdo en especulaciones, y con el cual consiguió forrarse literalmente en dinero, hasta morir millonario. Evidentemente, gracias a gente crédula que lo compró y aún lo sigue comprando.

Cómo él, muchos han seguido ganando dinero (tu dinero) gracias a la gente que cree esta teoría. Si fuimos a la luna una vez, ¿por qué no hemos regresado allí? Esta pregunta la habréis escuchado mil veces y es totalmente falsa. Hay gente que cree que tan sólo hemos ido una vez a la luna y en realidad hemos estado allí hasta en 6 ocasiones. La primera fue el Apollo 11, pero después de esta misión llegaron otras misiones Apollo (12,14, 15, 16 y 17).

Exceptuando el Apollo 13 que, como recordaréis por la película, no lo logró, han pisado la luna 12 astronautas en 6 misiones diferentes. Si todo hubiera sido un montaje, no se trataría de "un montaje" sino de muchos montajes.

De todos modos, y por si aún no lo sabías, mucha de la fuerza de estas teorías de la conspiración se cayeron cuando la LROC (Lunar Reconnaissance Orbiter Camera) envió hace algunos meses estás imágenes con fotografías de las misiones en la luna.

La polémica con la bandera

Entre las muchas afirmaciones sobre las sombras, la atmósfera o las luces de las fotografías de la misión Apollo 11, hay una especialmente absurda y que tan sólo con un vistazo a la foto se cae por completo.

La cuestión es: si en la luna no hay atmósfera ¿Por qué ondea la bandera? La respuesta: Porque la movían los astronautas y porque (quizá no lo sabías) la bandera tenía un soporte metálico para que no se cayera.

Sombras no paralelas en las fotografías. Bueno, esto es casi de colegio, así que dejaré que los alumnos de mi buen amigo Eugenio Manuel, profesor de física te lo expliquen con sólo una fotografía.
En realidad, la mayor parte de las afirmaciones sobre esta teoría de la conspiración lunar se pueden desbaratar con simples argumentos que cualquier estudiante de 14 años puede aprender en el colegio. Sin embargo, vamos a ser sinceros ¿por qué crees en esa conspiración que ha hecho ricos a todos los listillos que han vendido libros, documentales y DVDs?

Dime la verdad, ¿por qué consideras que es más interesante pensar que el hombre no llegó a la luna? Después de tantos años, ¿quién crees que ha ganado más con esta teoría?

Aunque en realidad te podría dar cientos de pruebas pero no cambiaría nada, te da igual lo que te diga, no te voy a convencer: te gusta pensar que nos engañaron... que todo es una oscura conspiración para ocultarte la verdad.

Y sin embargo, la verdad es mucho más interesante que la trama. La verdad, la bella y verdadera realidad, es que el hombre aquel 20 de Julio de 1969 realizó una de las proezas más increíbles de la historia de la Humanidad.

El ser humano por fin hizo algo por lo que estar orgulloso... y tú prefieres pensar que te engañaron, que te mintieron. Pues sí, es cierto, te han engañado, pero no cómo tú crees.
Por Javier Pelaez

martes, 4 de enero de 2011

Cómo vivir en Japón


Les inquietan los tatuajes, evitan el número cuatro y está mal visto sonarse la nariz en público. Aquí tienes una pequeña guía para sobrevivir en Japón.

Es uno de los países más singulares y enigmáticos del mundo. Quien desee visitarlo sin meter la pata debe dejar la mentalidad occidental en el trastero de casa. La página web Ask.com ha elaborado una lista de comportamientos que debes evitar en El País del Sol Naciente.

Si haces caso a estos consejos hay menos posibilidades de que te miren como a un turista ignorante e insoportable.

1. No te suenes la nariz en público

Lo consideran una grave falta de educación, sobre todo si te sacas el pañuelo en el metro o en el autobús. Si no queda más remedio, juega al disimulo.

2. Prohibido señalar con el dedo

Los japoneses son tan respetuosos que pueden llegar a parecer fríos. Nunca les oirás hablar alto y no soportan que alguien les señale con el dedo, una actitud que encuentran amenazante. Si tienes esa tendencia, ya sabes, ¡las manos siempre en los bolsillos!

3. Nunca brindes con "chin chin"

Salir de marcha con un grupo de japoneses puede ser un peligro. Es de buena educación servir a los demás antes que a uno mismo. Ellos harán igual contigo así que ojo con las borracheras. Si vais a brindar, no se te ocurra hacerlo con nuestro clásico 'chin chin' (para ellos significa "genitales masculinos"). Usa la palabra 'kampai'.

4. Cuidado con las zapatillas de baño

Los nipones van descalzos por la casa, pero tienen la costumbre de guardar en el aseo unas zapatillas de andar por casa. No tengas reparo en usarlas dentro de los servicios. El problema es despistarse y que te las dejes en los pies cuando salgas. Puede producir un cortocircuito mental en tus anfitriones.

5. Evita el número 4

En Japón está maldito porque se pronuncia igual que la palabra muerte (shi). La superstición llega tan lejos que los hoteles y los hospitales suelen pasar de la planta tres a la cinco.

6. No enseñes los tatuajes

Los baños públicos están de moda, pero debes evitarlos si cuentas con algún tatuaje visible en tu cuerpo. Son típicos de los Yakuza (mafia japonesa) y los nipones pueden inquietarse al verlos.

7. No pases la comida con los palillos

No está mal visto sorber los fideos o mordisquear la comida. Sin embargo, socialmente es reprobable pasarse el sushi de un comensal a otro con los tradicionales palillos (ese gesto está reservado para las celebraciones funerarias).

8. Ojo con los palillos

Nunca dejes los palillos clavados en el bol de arroz. Ese movimiento es un recuerdo de ofrendas ancestrales y usarlo porque sí puede considerarse irrespetuoso.

9. No maltrates la tarjeta de visita

Los japoneses tienen la costumbre de darte su tarjeta de visita cuando te conocen. Es un momento crucial. Ni la arrugues, ni te la metas en el bolsillo como si nada. Lo más educado sería cogerla con las dos manos y guardarla en la cartera con el mayor cuidado.

10. Quítate los zapatos

Los nipones te harán descalzarte nada más pisar sus casas. Estás avisado: ni se te ocurra llevar en la maleta calcetines con tomates.

Por Víctor Lenore