lunes, 24 de junio de 2013

Parecen cuatro fotos y es sólo una

El ojo humano es un instrumento de una enorme precisión. Sin embargo, es muy fácil engañarlo. Un ejemplo de ello es la imagen que encabeza estas líneas. Parecen cuatro fotografías diferentes colocadas unas junto a las otras, pero en realidad son el producto de una única toma, publica abc.es.
Esta sorprendente imagen tampoco ha pasado por Photoshop o algún otro sofisticado programa de retoque fotográfico. El increíble efecto es responsabilidad tan solo de la perspectiva y la imaginación del fotógrafo austríaco Bela Borsodi, tal y como podemos leer en el blog «Meridianos».
Utilizando el visor de su cámara y los ángulos y laterales de los objetos que forman parte de la imagen a modo de separadores, Borsodi logró «dividir» en cuatro esta fotografía que ha sido utilizada como carátula del álbum «Terrain» del grupo VLP.
En realidad, crear una fotografía como ésta no es excesivamente complicado, tal y como muestra el vídeo grabado por el propio fotógrafo mientras creaba este increíble mosaico. Tan solo es necesario tener mucha imaginación y el suficiente tiempo libre para afrontar el largo y tedioso proceso de ir probando distintos objetos y ubicaciones hasta conseguir el efecto deseado.
Para este fotógrafo especializado en bodegones, este tipo de trabajos debe ser pan comido, puesto que ya en 2011 desarrolló un proyecto similar, en el que recreó las distintas letras del alfabeto mediante objetos cuidadosamente colocados en una habitación. Y es que todo en este mundo es cuestión de perspectiva.
Publicado por La Patilla, de Caracas.

domingo, 16 de junio de 2013

La rica más tacaña del mundo

Hetty Green fue la mujer más rica y tacaña del mundo. (Suziecat7/Pinterest)
Imagínense por un momento la siguiente escena: Último cuarto del siglo XIX, hasta Wall Street llegan varias de las personalidades más importantes de la vida política y económica de la ciudad de Nueva York. Van en sus lujosos y suntuosos carruajes y al apearse para entrar en el edificio de la Bolsa se topan con una mujer con cara de pocos amigos y vestida con viejas ropas. Todos y cada uno de esos importantes personajes se reverencian frente a ella y le rinden pleitesía, dejando atónitos a los viandantes que por allí transitaban, al ver cómo una mujer con aspecto cercano al de una sin techo era reverenciada por los más insignes hombres de la ciudad.

Evidentemente, no se trataba de ninguna vagabunda sino de Hetty Green, una mujer más temida que apreciada y que controlaba gran parte de las acciones de los grandes negocios que se movían en Wall Street.

Ese descuidado aspecto hizo que, en más de una ocasión, alguna persona que no la conocía le diese una limosna, la cual no devolvía, a pesar de poseer una inmensa fortuna.

A lo largo de cuatro décadas (entre finales del siglo XIX y principios del XX) Hetty Green fue considerada como la mujer más rica del mundo, a la vez que se había ganado el de ser la más tacaña y avariciosa, debido a que no gastaba ni un centavo de más ni perdonaba ni una sola de las deudas que alguien había contraído con ella a través de su negocio de prestamista.

Muchos eran los importantes empresarios de Nueva York que tenían alguna deuda asumida con la señora Green, por lo que su fama de implacable la llevaba a ser temida por la mayoría de ellos. No le importaba dejar a familias enteras sin su hogar si con ello podía satisfacer el cobro de una deuda.
Este comportamiento la llevo tener como apodo el mote de “la bruja de Wall Street”.

Muchos son los episodios que destacan en su vida por el que la hacían merecedora de tal sobrenombre, aunque quienes más tuvieron que soportar su extrema tacañería fueron los propios miembros de su familia.

Sonado fue en su momento el contrato prematrimonial que hizo firmar al que sería su esposo y por el que no se podría beneficiar de un solo dólar de ella. Pero sus hijos Edward y Sylvia fueron los realmente afectados, ya que a pesar de tener como madre a la mujer más rica del mundo vivieron de una forma totalmente austera y sin un solo capricho.
Hetty Green fue conocida como la bruja de Wall Street. (Wikimedia commons)
 Hetty Green en lugar de tener una casa en propiedad en la que residir prefería hacerlo en una lúgubre pensión a las afueras de Manhattan. Siempre vestía con las mismas ropas y no se cambiaba de vestido hasta que éste no se caía de viejo. La comida la compraba en economatos y adquiría los productos más baratos, además de que en más de una ocasión había llegado a acudir a comedores sociales, con tal de ahorrarse el gasto que suponía comer.

Incluso en cuestiones de salud fue tremendamente agarrada, no queriendo gastar ni un solo dólar más de lo necesario e incluso negándose a llamar a un médico para que atendiese a alguno de sus hijos.
Esta actitud fue fatal para la salud del pequeño Edward quien tras caer y fracturarse la pierna, su madre no quiso gastar dinero en pagar los servicios de un médico y prefirió curarlo ella misma, con la consecuencia de que la herida gangrenó y al niño hubo que apuntarle la pierna.

Siendo ya anciana, Hetty Green requirió de los cuidados y servicios médicos, pero impidió que se contratase a enfermeras o doctor alguno, intentando corregirse ella misma la grave hernia colocándose una tablilla de madera que se la oprimiese y así ahorrarse los 150 dólares que costaba la operación.

Tras sufrir una apoplejía (consecuencia de la cual fallecería en 1916 a la edad de 81 años) su hijo contrató los servicios de una enfermera para que la cuidara, pero la hacía ir vestida de calle y con ropas baratas para hacer creer a su madre de que se trataba de una voluntaria social que acudía gratuitamente.
Tras la muerte de Hetty Green se calcula que la fortuna que tenía ascendía a cerca de doscientos millones de dólares (que actualmente serían alrededor de los dos mil millones de dólares).
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Durante los siguientes 20 años de vida que le quedaron, Edward se dedicó a dilapidar la parte de la herencia que recibió, despilfarrándola en juergas, juego y amantes. Mientras, su hermana Sylvia siguió llevando una vida totalmente austera y tras fallecer en 1951 todo el patrimonio familiar fue a parar a la beneficencia, siendo repartido entre 63 organizaciones benéficas.

Hetty Green, “la bruja de Wall Street”, no solo pasaría a la historia por ser la mujer más rica del siglo XIX, sino que llegaría a ser incluida en las primeras ediciones del Libro Guinness de los récords como la mujer más tacaña y avara del planeta.

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Publicado por Yahoo! en Español

domingo, 9 de junio de 2013

Se busca a Amelia Earhart... ¡77 años después!


Amelia Earhart desafió los estereotipos de la época al demostrar que la aviación no era una actividad exclusiva de los hombres. Cuando desapareció junto a su navegante, Fred Noonan, le faltaban 11.000 kilómetros para completar la vuelta al mundo. Foto: Corbis
 
Cuando la estadounidense Amelia Earhart desapareció el 2 de julio de 1937 era considerada una heroína nacional. Había sido la primera mujer en cruzar sola el Atlántico en contra de los prejuicios de la época y se disponía a convertirse en la primera persona en darle la vuelta al mundo por la línea ecuatorial.
 
Si ese día su Lockheed Electra no se hubiera quedado sin gasolina en medio del océano Pacífico, hoy su nombre simplemente adornaría los libros de historia como una de las pioneras de la aviación. La tragedia, sin embargo, disparó su fama y creó un mito: el de la hermosa piloto a la que el mar devoró.
 
El 17 de marzo de 1937, Amelia y su navegante, Fred Noonan, despegaron de Papúa Nueva Guinea rumbo a Hawái. Ya habían volado 35.000 kilómetros desde su salida de Miami el 1 de junio y este tramo del Pacífico era uno de los últimos del ambicioso viaje. El plan contemplaba una escala en la isla de Howland para abastecerse, pero aparentemente perdieron el rumbo y en su último reporte anunciaron que se quedaban sin carburante. El gobierno lanzó en vano un operativo de rescate sin precedentes que costó más de cuatro millones de dólares de la época y duró 17 días. Amelia, su compañero y la nave nunca aparecieron.
  
Desde entonces varios historiadores y científicos han intentado resolver el misterio. Tras diez expediciones en los últimos 20 años, la más reciente estaría a punto de dar con la respuesta. Una imagen de sonar tomada por el International Group for Historic Aircraft Recovery cerca de la isla Nikumaroro, a 480 kilómetros de Howland, muestra lo que podrían ser los restos de un avión. “Todavía nos queda mucho por entender y el siguiente paso es recaudar dinero para volver al lugar”, dijo a SEMANA Richard Gillespie, director del proyecto estimado en 2 millones de dólares. 

Aunque no es la primera vez que hallan evidencias del accidente, nunca antes una cámara había captado una pieza completa de la aeronave. La teoría de Gillespie y su equipo es que Amelia y Fred sobrevivieron al impacto y se refugiaron en la desolada isla Nikumaroro. En los noventa los investigadores encontraron allí los huesos de una mujer de ascendencia europea, una estructura para recoger agua de lluvia hecha con las cubiertas de los motores de un avión, así como un tacón y una crema facial que, según ellos, respaldan su hipótesis.

Mientras establecen si la nueva pieza detectada en el fondo del mar corresponde al Lockheed Electra, se seguirán tejiendo todo tipo de fábulas sobre el final de Earhart. Los más fantasiosos creen que cayó prisionera en las islas Marshall controladas por los japoneses, mientras que otros aseguran que era una espía y que el gobierno la ayudó a cambiar de identidad a su regreso a Estados Unidos. Es tal la fascinación por su historia que, además de libros sobre estas teorías conspirativas, en 2009 se estrenó una película biográfica protagonizada por la ganadora del Óscar Hilary Swank.
 
Aunque su hazaña ha sido superada por cientos de personas en el mundo, hay quienes se niegan a olvidar su caso. “Ella logró cosas inusuales para las mujeres y por eso todavía es vista como un ejemplo entre investigadoras, autoras y estudiantes”, dijo a esta revista Louise Foudray, historiadora del museo Amelia Earhart Birthplace en Atchison, Kansas. Se aclare o no este gran enigma de la aviación, el mito seguirá vivo. 
 
Amelia Earhart - Badass of the Week
 
Publicado por Revista Semana

Homenaje de Google a la aviadora en julio 24 de 2012, al cumplirse 115 años de su nacimiento: ¿Dónde está Amelia Earhart?