jueves, 23 de agosto de 2012

Dakha, ¿quién se conmueve ante lo peor?

A woman and crosses a bridge …
Foto Andrew Biraj/REUTERS
En medio de las noticias casuales y curiosas que acoge este blog, resulta imposible no detenernos, y ojalá con espíritu constructivo y solidario, en la suerte de los más desfavorecidos por la Historia, que la deciden quienes detentan del poder, gobernantes y políticos, y de alguna manera importante quienes los toleran, eligen y perpetúan.

Viaje a la peor ciudad del mundo para vivir es el título de una exposición gráfica divulgada por la Unidad de Inteligencia del grupo británico "The Economist" a propósito de un ranking con las mejores ciudades para vivir, y por ende, las peores.

Mientras que Melbourne, Australia, se lleva la palma en cuanto a calidad de vida, en la otra cara de la moneda se encuentran ciudades como Dhaka, capital de Bangladesh. La pobreza, la contaminación, el hacinamiento en sus calles y en medios de transporte, la delincuencia y explotación laboral son apenas algunos de los factores que hacen de esta ciudad la peor del mundo para vivir.

Dhaka cuenta con más de 11 millones de habitantes. Debido a su pobreza, contaminación, grandes atascos, delincuencia, baja alfabetización y escasez de suministros.


Vista general del tráfico ocasionado por los transportadores en Dhaka (Bangladesh), el 30 de julio de 2012. Según la Corporación Dhaka City, 77.000 transportadores tienen licencia para ejercer su oficio en la ciudad superpoblada, mientras que el número de los no registrados se estima en alrededor de medio millón. EPA/ABIR ABDULLAH


Panorámica de la ciudad de Dakha con el distrito financiero al fondo. Foto Soman/Wikimedia Commons

tren dhaka
Miles de personas se suben al techo de un tren atestado para regresar a sus pueblos y participar de las celebraciones del festival Eid al-Firt con el que finaliza el Ramadán en Dhaka (Bangladesh). Millones de ciudadanos retornan a sus lugares de origen para celebrar el más grande festival con el que se marca el fin del mes Ramadán para los musulmanes. EFE/ABIR ABDULLAH

fabrica helices
Sujon, de apenas 10 años de edad, trabaja en una fábrica de metal de hélices propulsoras de barco en la ribera del río Buriganga, en Dhaka, Bangladesh, el 16 de julio de 2012. EFE/Abir Abdullah

dhaka lavanderos

Dos lavanderos cuelan el agua contaminada en el río Buriganga de Loharpool, en Dhaka, el viernes 29 de junio de 2012. EFE/Abir Abdullah

People wait in line with water …
La gente hace cola para recoger el agua de un camión de la Autoridad de Agua y Alcantarillado (WASA) en las afueras de Dhaka. El suministro de agua a los habitantes de Dhaka se ha reducido drásticamente en el último mes debido a los cortes de energía y el calor del verano, según medios locales. REUTERS / Andrew Biraj

Overcrowded passenger boat …
Un barco atestado de pasajeros se ve en el río Buriganga el pasado 15 de agosto. Millones de residentes en Dhaka han regresado a sus casas antes de la festividad musulmana de Eid al-Fitr, que marca el final del mes de ayuno del Ramadán. REUTERS / Andrew Biraj
 
Hossain works at a plastic …
Saddam Hossain, de tan solo 5 años, trabaja en un centro de reciclaje de envases de plástico cerca del río Buriganga, en Dakha. REUTERS / Andrew Biraj

Mother waits with her child …

La miseria es la cara de Dhaka. Una madre hace cola con su hijo para recibir ropa de una ONG. REUTERS / Andrew Biraj
Woman sits between carriages …
Pero no solo en el techo, sino también entre las juntas de los vafgones, como esta mujer y su hijo. REUTERS / Andrew Biraj

Child waits with her mother …

Un niño espera con su madre hacinados en una cola para comprar los billetes de tren antes de la festividad de Eid al-Fitr en Kamlapur Railway Station, en Dhaka. Las autoridades ferroviarias de Bangladesh dispusieron de más de una decena de trenes especiales para facilitar el viaje de miles de personas a sus casas por la festividad de Eid al-Fitr. REUTERS / Andrew Biraj

A worker holds her child as …


Una trabajadora sostiene a su hijo mientras da forma a un cristal en un horno pequeño en una fábrica de brazaletes. Alrededor de 150 mujeres y niños trabajan unas 15 horas al día. Los trabajadores ganan unos 500-700 takas por semana (de 5 a 7 euros). REUTERS / Andrew Biraj

Hridoy, 7, works in front …
Hridoy, de 7 años, hace lo propio en una fábrica de brazaletes de vidrio. REUTERS / Andrew Biraj

Child takes shower in water …

Este niño aprovecha el agua para darse una ducha. REUTERS / Andrew Biraj

A worker's child sleeps …

El hijo de un trabajador duerme en el suelo al lado de una pila de productos acabados de una fábrica de cristal brazalete. REUTERS / Andrew Biraj

A student of Bangladesh University …

Tampoco la educación se salva en Dhaka. Un estudiante de Ingeniería de la Universidad de Bangladesh se manifiesta para pedir la destitución del vicepresidente y rector de la universidad. El sistema de educación de Bangladesh está plagado de maestros que pagan sobornos para conseguir un puesto. REUTERS / Andrew Biraj

Passengers climb aboard an …

Una escena del día a día. Aún a riesgo de perecer en el intento, como mueren muchos, estos pasajeros tratan de abordar un tren atestado de gente en una estación de tren en Dhaka. Millones de personas realizan el viaje cada día en el techo del ferrocarril. REUTERS / Andrew Biraj

 

El crimen artístico de una abuelita




Una mujer destrozó una pintura del Ecce Homo del siglo XIX en un santuario de Borjas (España) al decidir "por su cuenta y riesgo" restaurar la obra. Expertos intentarán ahora salvar la obra.

La pintura está en uno de los muros del Santuario de Misericordia de la localidad de Borja (Zaragoza), cuyo concejal de Cultura, Juan María Ojeda, señaló que ve "muy difícil" que se pueda recuperar, pues la obra se encontraba ya "muy deteriorada", al ser un óleo pintado sobre una pared sin tratar.

Cecilia Giménez, quien realizó la intervención sobre la pintura, es una mujer muy mayor, "con una vida difícil", con un hijo discapacitado de 60 años a su cargo y que, con la mejor intención entró en la iglesia y decidió "por su cuenta y riesgo" reparar la obra, explicó Ojeda.

En un intento por recuperar la pintura del artista Elías García Martínez, un equipo de restauradores profesionales examinará los destrozos causados y está previsto que la anciana colabore con ellos para explicarles el material que usó.

El intento de restauración emprendido por la anciana fue dado a conocer por el Centro de Estudios Borjanos, que en su blog mostró fotografías del antes y del después de la pintura, y expresó su "profundo pesar".

"Ignoramos si este incalificable hecho tiene solución, pero de lo que no cabe la menor duda es de que alguien deberá adoptar las medidas precisas para que no se repitan actuaciones como esta, que al margen de sus motivaciones, deben ser contundentemente reprobadas", señaló el centro.

El Ayuntamiento de Borja no ha descartado la posibilidad de emprender acciones legales contra la anciana, señaló el concejal, aunque se trata de una obra no catalogada y la situación es "delicada".

Con toda la información y con el asesoramiento de profesionales, el Ayuntamiento decidirá si tiene la obligación de emprender acciones legales, reconoció Ojeda.

Lo que no se puede es dar una imagen de impunidad por parte del consistorio, ha insistido, porque "independientemente del valor de la obra" el hecho es que una persona ha entrado en una iglesia y ha actuado sin permiso y eso es "una agresión al patrimonio artístico".

La familia del autor, una de cuya nietas veranea en Borja, exigió firmeza a la hora de reparar el daño causado y el concejal de Cultura afirmó que la colaboración con ellos es "absoluta".

EFE.

Publicado por Revista Semana. Miércoles 22 de agosto de 2012.

viernes, 17 de agosto de 2012

El auto-maletín, ¡lo último!



Al ritmo frenético con que evoluciona la tecnología, cabe pensar si pronto podremos ver un automóvil al que podamos llevar puesto, como el traje, o que pueda plegarse y tenga cabida en un bolsillo. Por lo pronto, la modernidad y el ingenio han llegado a la que pudiera ser la antesala de esa posibilidad, nunca descartable, según queda en evidencia: el auto-maletín, el Soleil Concept, producto de la ingeniería francesa.

Tamaña creación supone todas las prerrogativas imaginables de espacio en las calles, en las rutas y en los sitios para aparcar, pero al mismo tiempo, y ya en el ámbito de la interrelación social, supone también la consolidación de una tendencia: la individualidad en el concepto de vida, tal como triunfaron las diversas gamas de los teléfonos y toda suerte de computadoras y pantallas móviles.


El plegado es lo que convierte mi diseño en algo único, ya que anula la necesidad de encontrar aparcamiento. Además, se puede cargar en cualquier parte, incluso en tu propia casa, explica Emre Gurel, el creador del Soleil, que, por supuesto, utiliza energía eléctrica para impulsar sus motores, que estarían situados en las ruedas.

Para dotarle de estas características únicas, la carrocería del coche se fabricaría con un compuesto similar a la goma, que protegería a los pasajeros del exterior y a la vez permitiría doblarlo para convertirlo en un coche portátil. Para el chasis, en cambio, se utilizarían materiales ligeros y robustos que le otorgarán la protección necesaria.

El Soleil es un invento capaz de poner fin a muchos de estos quebraderos, un coche urbano de dos plazas que incluye soluciones de diseño para muchos de los grandes inconvenientes de la circulación por ciudades. Su frontal estrecho, por ejemplo, le permite circular con facilidad por las calles estrechas de los barrios históricos, mejorando así la movilidad.

Pero quizá donde reside la mayor ventaja del Soleil es en su capacidad para plegarse. Al llegar al destino y tan solo apretando un botón, el coche se dobla sobre sí mismo hasta alcanzar la forma de una maleta con ruedas. De este modo, el conductor puede llevárselo a cualquier parte sin tener que dar vueltas y vueltas para encontrar aparcamiento o tener que pagar una pequeña fortuna por una plaza de garaje.


El Soleil es el coche perfectamente portátil que te podrías llevar a la oficina, a tu casa o incluso al restaurante en el que has quedado para comer.

El principal inconveniente del Soleil es que, de momento, es solo un diseño finalista en el Michelin Challenge Design, un concurso para promocionar y dar más visibilidad a la innovación y el pensamiento creativo aplicado a la creación de nuevos conceptos para automóviles.


De prosperar propuestas como la del Soletil, una misma estrecha calle de hoy podrá ser bien diferente en el futuro: Más viable, más apacible, menos contaminada...