viernes, 18 de diciembre de 2009

Agresión a Berlusconi: metáfora de la impotencia

Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano. Alguien se atrevió a quebrarle la mascadera.

Massimo Tartaglia, de 42 años, el agresor. Con cierta mordacidad, un crítico opositor recordó el viejo aformismo: "El que pega primero... ¡pega dos veces!",

MILAN, Italia, diciembre 13 de 2009. (El Mundo de Madrid). El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue agredido por una persona a la salida de un mitin en Milán. El político, de 73 años, fue de inmediato subido a un automóvil y trasladado al Hospital San Raffaele de la capital lombarda con una herida sangrante en la boca.

Según los medios locales, un hombre fue detenido como autor de la agresión. El atacante, de 42 años, golpeó a Berlusconi con una reproducción en miniatura de la catedral de Milán.

Inicialmente se había indicado que el jefe del Gobierno italiano recibió un puñetazo en la cara.

Según un primer diagnóstico de los médicos que le atienden, el primer ministro ha sufrido una pérdida copiosa de sangre, una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, así como daños en los dientes y una fractura en el tabique nasal. En todo momento estuvo consciente.

Berlusconi fue sometido a un TAC (tomografía axial computerizada) como medida de precaución y por decisión médica será mantenido bajo observación durante las próximas 24 horas. Se prevé un tiempo de recuperación de 20 días.

Berlusconi, que recibió la visita de algunos de sus hijos en el hospital, dijo encontrarse bien. El político salió de urgencias con una bolsa de hielo en la boca para ser trasladado a una habitación del centro médico.

El agresor, que fue detenido por la Policía, se llama Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años sin antecedentes penales y al que en los meses pasados se le había retirado el carné de conducir.

Agentes de la Policía, que descartan que el incidente tenga vínculos con algún grupo de extremismo organizado, condujeron al detenido a la comisaría para el interrogatorio y, según fuentes de la investigación, se encuentra en tratamiento psiquiátrico desde hace 10 años en un hospital de Milán.

Los hechos se produjeron al bajar Berlusconi del estrado del mitin de su partido político, el gobernante Pueblo de la Libertad (PDL), retransmitido en directo por la televisión. El mandatario se acercó a saludar a la gente, momento que el agresor aprovechó para golpear a Berlusconi con un objeto contundente.

En las imágenes que ofrecen las televisiones se puede ver cómo Berlusconi reacciona al golpe, llevándose las manos a la boca y echándose al suelo, tras lo que se levanta para saludar a sus seguidores con los labios ensangrentados.

Un mitin tenso

Todo esto se produjo después de que Berlusconi hiciera varias de sus habituales bromas durante el mitin de su partido y arremetiera contra la "izquierda marxista" italiana y los jueces, un discurso que no ha hecho sino incrementar la crispación que vive parte del electorado italiano hacia su figura política.

Cuando el político utilizaba el tiempo de su intervención para arremeter contra la oposición, un grupo de personas alzó la voz, le interrumpió y le profirió gritos de "payaso" y "dimisión", lo que hizo que Berlusconi elevara su tono y les gritara, hasta en tres ocasiones, "vergüenza".

"Veis aquí: hay chicos que protestan. Veis por qué estamos aquí y estamos en la calle, porque nosotros estas cosas no las haremos nunca con vosotros. Porque nosotros somos gente libre, tenemos un espíritu liberal", afirmó el primer ministro en un discurso televisado en directo.

"Nosotros os dejaremos expresar vuestras cosas en un diálogo entre nosotros. Por esto nos debemos diferenciar de vosotros, porque vosotros querríais transformar Italia en una plaza chillona, que insulta, que condena. ¡Vergüenza, vergüenza, vergüenza!", añadió.

En un acto que sirvió para entregarle el carné número 1 del PDL y en el que Berlusconi volvió a sacarse del bolsillo varias de sus habituales bromas, el primer ministro reivindicó los éxitos de su Ejecutivo en la lucha contra la mafia.

El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, quien participó en el mitin del PDL en Milán, aseguró en declaraciones al canal de noticias Rai-24 que el político había estado moderado "como nunca antes". "Si no se para la campaña de odio contra Berlusconi, las consecuencias pueden ser inimaginables", apuntó La Russa.

Inmediatamente despues de la agresión, los principales líderes políticos italianos, de uno y otro signo, salieron a condenar los hechos, que llegan tras varios meses en los que Berlusconi se ha visto envuelto en polémicas personales, políticas y judiciales.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, expresó a través de un comunicado de prensa su "más firme condena" a la agresion contra Berlusconi, al que transmitió su solidaridad.

No es la primera vez que 'Il Cavaliere' sufre la agresión de un detractor. El 31 de diciembre de 2004, un joven turista, Roberto Dal Bosco, lanzó a Berlusconi el trípode de una máquina fotográfica mientras Berlusconi daba un paseo en Roma. El golpe, recordado en la página 'Il Corriere.it, le provocó un pequeño hematoma detrás de la oreja.

Metáfora de la impotencia

La violenta agresión que sufrió Silvio Berlusconi sólo es responsabilidad de su atacante —al parecer, un desequilibrado— mientras no se demuestre lo contrario, pero no es de extrañar que los seguidores de Il Cavaliere enmarquen el incidente en la «campaña de odio» que, según ellos, ha puesto en marcha la izquierda italiana para intentar desalojar a Berlusconi del poder.

Visto desde la distancia, muchos españoles se preguntan cómo un político con su trayectoria, vulnerable tanto por los escándalos financieros como por los personales, sigue ganando elecciones con esa suficiencia. Quizás la metáfora que mejor explique ese fenómeno sea la imagen de ayer.

El recurso a la violencia puede parecer una alegoría de la frustración y la impotencia de la oposición a Berlusconi, incapaz durante años de ganarle la batalla en el terreno de las ideas, de encontrar un líder estable y de dejar de caricaturizarle burdamente, lo que no ayuda a dignificar la política italiana. Por desgracia, es más fácil insultar y golpear que argumentar y convencer.
Réplicas del primer ministro italiano ensangrentado se han vendido como pan caliente en toda Italia, al igual que estatuillas de la catedral de Milán, con una de las cuales fue agredido.

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Ella es Patricia D'Addario, la famosa dama de la noche romana cuyas denuncias contra las aberraciones sexuales del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Il Cavaliere de la Notte o El Caballero de la Noche, han impactado a la opinión pública y a las altas esferas políticas de su país.

Il Cavaliere della notte

La prostituta de lujo, Patrizia D’Addario, quien asegura haber cobrado 2.000 euros por mantener relaciones sexuales con Silvio Berlusconi, reveló que una noche rechazó dormir con el primer ministro porque en el dormitorio había otras dos jóvenes prostitutas de lujo y a ella no le gustan “las orgías”.

“Las orgías nunca me han gustado y me habría encontrado en una situación desagradable”, explica D’Addario en un amplio artículo que hoy publica el diario La Repubblica, que vuelve a reiterar que Berlusconi conocía que las mujeres que asistían a sus fiestas en Palazzo Grazili, en Roma, eran prostitutas de lujo y se las pedía al empresario Giampaolo Tarantini.

Patrizia D’Addario, de 42 años, aspirante a política, declaró al diario que la noche del 15 de octubre de 2008 rechazó dormir “en la cama grande” de Palazzo Grazioli, regalada por el líder ruso Vladimir Putin a Berlusconi, porque en aquella ocasión había en la cena “por los menos cinco (prostitutas de lujo), dos de ellas muy vistosas y lesbianas”.

De esas cinco, dos hacían continúas carantoñas a Berlusconi y cuando ésta le pidió ir a la cama “no estábamos solos, sino que también estaban las dos ‘escort’ (prostitutas de lujo) que comenzaron a acariciar al sultán (como llama a Berlusconi)”.
Chistes y vestiditos.

El primer ministro, prosigue el relato, le pidió con gestos que se uniese al trío, pero ella se metió en un baño y salió cuando el grupo había vuelto al salón. Después se marchó al hotel donde se alojaba y contó a una amiga, Bárbara Monterreale, de 23 años, que también participó en las fiestas de Berlusconi, lo ocurrido.

Exigía que vistieran vestidos cortos negros y poco maquillajeEl diario afirma que las declaraciones de D’Addario han sido confirmadas por otra mujer, María Teresa De Nicoló, de 37 años, que participó en otras fiestas y que dijo que el “ritual” era el mismo, informa la prensa española.

“Vestidito negro y poco maquillaje y antes de ir a la cama, si lo pedía el patrón (Berlusconi), había que estar totalmente dispuesta a mostrar admiración por los éxitos de Silvio, divertirse con sus chistes y cantos y agradecerle los regalitos de “tienda de segunda categoría” (que les hacía)”, señala.

Enlace con un video donde Berlusconi come mocos:

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