En estos momentos el futuro de la conquista del espacio está en manos de las viejas pero siempre fiables Soyuz de Rusia, de los planes cada vez más firmes de China, del futuro desarrollo de su nuevo sistema de lanzamiento de la NASA y del interesante impulso de la iniciativa privada.
En efecto, las empresas privadas, sobre todo las corporaciones en internet, con sus visionarios y multimillonarios magnates se están lanzando día tras día al negocio del espacio. Ya lo vimos con Jeff Bezos fundador de Amazon.com y su proyecto espacial Blue Origin, o con Elon Musk, el genio de los negocios en internet fundador de Paypal y su compañía SpaceX o con el potentado de Virgin, Richard Branson y sus empresas aeronáuticas y aeroespaciales del grupo Virgin Galactic.
El último en apuntarse a la aventura espacial es el cofundador de Microsoft, Paul Allen, cuyos sueños espaciales le han llevado a diseñar el avión más grande del mundo... qué digo del mundo: El mayor avión construido en toda la historia.
Medirá 114 metros de envergadura y pesará 544 toneladas... un verdadero gigante: todo un campo de fútbol volante que será impulsado por seis motores como los que llevan los Boeing 747.
El proyecto se llama Stratolaunch y representa a todo un titán de los cielos que será capaz de lanzar en vuelo un cohete de la compañía SpaceX.
Las primeras pruebas reales están programadas para 2016 y según sus diseñadores no solo será capaz de lanzar cohetes con mercancía sino también astronautas poniendo en órbita la cápsula Dragon de Space X.
Mientras llega su primer vuelo en 2016 podemos ir haciéndonos una idea del Stratolaunch con el video promocional que nos ofrecen.
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