El estudio estuvo a cargo de Dorothy Matthews, profesora de The Sage Colleges de Troy, Nueva York, y comprobó que los animales que estuvieron en contacto con la bacteria Mycobacterium vaccae mostraron mejor capacidad para aprender nuevas tareas y mayores niveles de serotonina , el compuesto químico cerebral vinculado al estado de ánimo.
Según informó el sitio web de BBC Mundo, para Matthews la M. vaccae "es una bacteria que vive en la tierra y es probable que la gente la ingiera o respire cuando pasa algún tiempo conviviendo con la naturaleza ".Ya en el pasado otros estudios habían demostrado que la M. vaccae en ratones estimulaba el crecimiento de algunas neuronas , lo que generaba una mejora en los niveles de serotonina y una reducción de la ansiedad.
Dado que se estima que la serotonina podría tener un rol en los procesos de aprendizaje , los científicos decidieron investigar si este patógeno podría mejorar la inteligencia .Basado en esta hipótesis, el equipo de Matthews realizó una serie de experimentos con dos grupos de ratones. A uno se le ofreció la bacteria viva para el consumo, mientras que el otro se lo mantuvo alejado del patógeno. Cuando se colocó a los animales en un laberinto, se encontró "que los ratones alimentados con M. vaccae viva navegaron por el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los ratones del otro grupo" , dijo la investigadora.
En un segundo experimento, se les quitó de la dieta la bacteria, y se observó que, si bien los ratones corrían menos rápido que en la experiencia anterior, aún así superaron a los que no habían tenido contacto con ella . "Creemos que estos resultados son importantes porque sugieren una relación entre los microbios y la función cerebral" , señaló Matthews.
Para la investigadora, podría especularse que pasar tiempo en el exterior donde está presente la M. vaccae podría tener también un impacto positivo en humanos.La investigación fue presentada durante la conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología que se celebra en San Diego, California.
¿Cómo se adquiere?
Esta bacteria es terrestre y "es probable que la gente la ingiera o respire cuando pasa algún tiempo conviviendo con la naturaleza”, afirma la doctora Dorothy Matthews, profesora de The Sage Colleges en Troy, Nueva York, quien dirigió el estudio.
Experimentos
Según información de BBC Mundo, la bacteria M. vaccae logra estimular el crecimiento de algunas neuronas, provocando una mejora en los niveles de serotonina y una reducción de la ansiedad. La serotonina podría tener un papel en el aprendizaje y por consiguiente, mejoras en la inteligencia.
Los científicos decidieron realizar experimentos con ratones para comprobar estas hipótesis. El primero consistía en separar dos grupos de ratones, uno había ingerido la bacteria viva y el otro no. Luego los hacían pasar por el laberinto. “Encontramos que los ratones alimentados con M. vaccae viva navegaron por el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los ratones del otro grupo”, dice la investigadora.
En el segundo experimento, se retiró la bacteria de su dieta. Cuando pasaron por el laberinto, se desenvolvieron de forma más lenta que cuando la habían ingerido, pero mucho más rápido que el grupo de ratones que no habían tenido contacto con el microbio.
En convivencia con las bacterias
“Los humanos somos un 'hotel microbiano', ya que contamos con unos 10 microbios por cada célula que tenemos en nuestro cuerpo, o sea, compartimos nuestro organismo con trillones de microbios”, dice la científica.
La investigadora cree que aunque el nuevo estudio fue llevado a cabo en ratones, podría especularse que pasar tiempo en el exterior donde está presente la M. vaccae podría tener también un impacto positivo en humanos.
“Así que el mensaje para la gente es salga al exterior, interactúe con la tierra, porque quizás esto lo podrá beneficiar de formas que nunca se imaginó”, afirma la científica.
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