La norteamericana Brooke Greenberg (izquierda) tiene 17 años y pesa sólo siete kilos; mide 75 centímetros y aún no ha aprendido a hablar. Aquí, con su hermana Carly, de 13.
El mundo se conmovió con su caso y la medicina internacional lo podría utilizar para develar algunos misterios del envejecimiento.
Se trata de una adolescente norteamericana de --17 años nacida el 8 de enero de 1993 en Reisterstown, Estado de Maryland, al noroeste de los Estados Unidos-- que tiene el comportamiento y el cuerpo de una beba: mide 75 centímetros y pesa siete kilos.
La chica tiene dientes de leche, no aprendió a hablar y balbucea como una beba. Pero, a pesar de su eterna juventud, con el paso del tiempo empezará a tener complicaciones propias de la edad, como infartos cerebrales o úlceras.
El caso de Brooke Greenberg será el tema central de una conferencia en la Royal Society, que se realizará en Londres, esta semana, con la participación de algunos de los mejores investigadores del mundo, y adquirió conocimiento público por un artículo del periódico británico The Times.
Los científicos esperan obtener nuevos conocimientos sobre los misterios del envejecimiento mediante la secuenciación del genoma de la adolescente, ya que su falta de crecimiento puede estar relacionada con los defectos en los genes, que hacen que el resto de la humanidad se vuelva más vieja.
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Por supuesto, la bebé que se ve en la fotografía es la misma Brooke Greenberg, y tiene una condición que la hace única en el mundo: No crece y, al parecer, no envejece.
Al decir que Brooke no envejece significa que los tejidos de su cuerpo parecen conservar las características de cuando tenía un año de edad. Tiene 17 años, pero su tamaño es el de una niña de un año y medio, y su desarrollo mental el de una bebé de un año, mientras que sus huesos tienen una edad que corresponde a una niña de 10 años.
Los médicos más reputados de los Estados Unidos no saben qué enfermedad padece Brooke. Y aunque algunos dicen que en ella podría encontrarse la clave de la eterna juventud, eso es dudoso, ya que evidentemente es subnormal. No camina, no socializa con los de su edad, no habla, no es autosuficiente en ningún sentido, y cuando sus huesos alcancen la edad ósea del adulto, será imposible que crezca. Es como si estuviera destinada a ser una eterna bebé.
Si los tejidos de Brooke crecen a una velocidad menor a la de los seres humanos comunes y corrientes, probablemente viva 150 años, pero encerrada en un cuerpo de bebé y tal vez con un desarrollo mental incompleto. Eso no parece una ventaja, sino una terrible maldición.
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