NUEVA YORK, mayo 24 de 2010 (Reuters) - ¿Alguna vez se ha preguntado por qué le molesta tanto escuchar a alguien hablar por el teléfono móvil? Unos investigadores estadounidenses creen que han encontrado la respuesta.
Ya se trate de la oficina, de un tren o de un automóvil, sólo la mitad de la conversión que se escucha por casualidad atrae más atención y concentración que cuando se escucha a dos personas hablar, según científicos de la Universidad de Cornell.
"Tenemos menos control para apartar nuestra atención de la mitad de una conversación (o medio diálogo) que cuando escuchamos un diálogo", dijo Lauren Emberson, coautora del estudio que se publicará en la revista Psychological Science.
"Los medios diálogos distraen más en realidad y no se puede desconectar de ellos, y esto explicaría por qué la gente se siente tan molesta", dijo en una entrevista.
El año pasado, los estadounidenses pasaron 2,3 billones de minutos hablando por teléfonos móviles, según la asociación de comercio inalámbrico de Estados Unidos (CTIA, por sus siglas en inglés), nueve veces más que en el 2000.
En todo el mundo, hay unos 4.600 abonados a celulares, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, una agencia de la ONU.
El número equivale aproximadamente a las dos terceras partes de la población mundial, lo que deja pocos rincones en el planeta libre de conversadores que dependen del teléfono móvil.
China tiene la mayoría de los usuarios de móviles con 634 millones, seguida de India con 545 millones y Estados Unidos con 270 millones, según datos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Emberson dijo que la gente intenta dar sentido a los fragmentos que escuchan y predecir lo que los oradores dirán a continuación.
"Cuando escuchas una conversación a medias, tienes menos información y no puedes predecir tan bien", dijo. "Eso exige más atención", agregó.
Los resultados obtenidos por Emberson y su coautor Michael Goldstein se basan en una investigación con 41 estudiantes universitarios que hicieron ejercicios de concentración, como el seguimiento de puntos en movimiento, mientras escuchaban una o ambas partes de una conversación por móvil.
Los estudiantes cometieron más errores cuando escuchaban una parte de la conversación que cuando oían el diálogo entero.
El estudio demuestra que oír una conversación telefónica afecta a la atención que utilizamos e nuestros quehaceres diarios, incluida la conducción, dijo Emberson.
"Estos resultados sugieren que la atención del conductor puede verse afectada por la conversación por el móvil de un pasajero", según el estudio, que recomienda que se lleven a cabo estudios parecidos con simuladores de conducción.
Traducido por la Redacción de Madrid. Editado por Ricardo Figueroa
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