viernes, 9 de julio de 2010

Los 10 bares más raros del mundo

Sentarse en un bar a tomar una copa puede ser un ritual insólito. Estos son los 10 pubs más extraños del planeta.

Si usted está tomando un trago en un bar y de repente empieza a ver enanos por todos lados, cree estar adentro de un submarino, arriba de un tractor o se imagina encerrado en un ataúd, no se preocupe. No son alucinaciones causadas por alguna copita de más. Todo lo contrario: hoy día existen bares temáticos que recrean toda clase de situaciones insólitas. Estos son los 10 más raros del mundo.

1. En un árbol

En Limpopo, Sudáfrica, el matrimonio de Doug y Heahter Van Heeder ha montado un bar en el tronco ahuecado de un gigantesco árbol. En el salón entran unas 15 personas y se sirve cerveza bien fría que se conserva en un sótano que mantiene las bebidas bien heladas. El "arbolito" en cuestión es un Baobab de 22 metros de alto y 47 metros de circunferencia en su tronco hueco, con paredes que miden dos metros de espesor.

2. En un submarino

El Mar Rojo Estrella Bar es el primer bar submarino del mundo, en la ciudad de Eilat, Israel, a 90 metros de la costa. Este sitio, sumergido seis metros bajo el Mar Rojo, funciona como un observatorio marino y uno puede beber una copa o cenar en el restaurante mientras se deleita con la fauna marina. Está abierto todos los días y los precios son muy accesibles.

3. En un esqueleto

En la ciudad suiza de Gruyeres existe un bar increíble: el Skeleton Bar, que parece el interior del esqueleto de un monstruo. Se trata de una auténtica obra de arte que compuso Hans Rudi Giger, diseñador de arte de la película "Alien". El clima que se vive en este "bar esqueleto" es bastante aterrador. Se comenta que la gente bebe mucho, sólo para sacarse el miedo de estar allí.

4. Entre Hobbits

Quien haya visto "El Señor de los Anillos" sentirá que este bar realmente está manejado por hobbits. El lugar, de hecho, se llama La Casa de los Hobitts, funciona en Manila, Filipinas, y todos los empleados son enanos. Se sirven hasta 100 diferentes tipos de cerveza y los turistas se la pasan sacándose fotos con los pequeños camareros.

5. Entre insultos

La Casa Pocho, en la playa de Cullera, a pocos kilómetros de Valencia, España, tiene un encanto especial y curioso: para que a uno lo atiendan debe humillar a los camareros de todas las maneras posibles. "Tráigame un gin tonic, payaso infeliz", es lo más suave que se ha escuchado en Casa Pocho. Hay quienes cuentan que a los clientes se les va la mano con los insultos y que, muy seguido, todo termina con golpes y sillas rotas.

6. En una clínica

En Singapur funciona un bar llamado La Clínica, en donde los camareros están vestidos como doctores y enfermeras. No sólo las mesas parecen camas de hospital, sino que uno también puede beber de una bolsa de goteo, servirse un "jeringazo" de vodka y sentarse en una silla de ruedas.

7. En un tractor

El Zetor Bar está situado en Helsinki, Finlandia, y es propiedad de Aki Kaurismaki. Este pub tiene una decoración muy particular: tractores de todos los tamaños -de la marca Zetor, muy popular durante la Guerra Fría-, en los que uno puede sentarse a tomar una buena cerveza sin ser molestado.

8. En un ataúd

Si uno quiere beber y "descansar en paz", nada mejor que el Bar de la Eternidad, en la ciudad de Truskavts, en Ucrania, que es en sí mismo un gigantesco ataúd. Hecho con madera de pino de 25 metros de largo y 6 metros de alto, este cajón tiene luces muy bajas y flores por todos lados, para que uno realmente sienta que pasó "a mejor vida". Aquí el happy hour es toda una ironía.

9. En el hielo

El Chillout Bar es un bar hecho completamente de hielo, en la ciudad de Dubai, en donde las temperaturas externas llegan a los 45 grados. La entrada cuesta 17 dólares e incluye el alquiler de un abrigo, botas y guantes de piel de camello. Los comensales se sientan en bancos, sillas y mesas de hielo. Por supuesto, beben en copas congeladas. También en Estocolmo, Suecia, funciona el Absolut Ice Bar, en donde hasta los inodoros son de hielo.

10. En una mina

Si uno ha leído "Viaje al centro de la Tierra", de Julio Verne, sentirá algo parecido cuando ingrese en La Mina Club, un bar ubicado a 184 metros bajo tierra, en Zacatecas, México. Ese sitio fue alguna vez una de las minas más importantes de ciudad pero dejó de ser explotada durante los años 60 para convertirse en museo y bar de copas. Para acceder al lugar, hay que tomarse un trencito que demora cuatro minutos en bajar hasta el salón. Por supuesto, se obliga a usar el casco de minero, no vaya a ser que uno esté bailando con una señorita y le caiga encima un pedazo de techo.

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