Fue construido por los nazis, pesaba 1.350 toneladas y se necesitaban tres mil hombres para operarlo.
La guerra es una tragedia que sacude de forma recurrente a la humanidad por causas diversas. Y todavía hoy, sin que en apariencia hayamos aprendido de nuestros errores, continuamos matándonos a mansalva por razones ideológicas, étnicas, religiosas, económicas, territoriales, etc.
Probablemente, la expresión máxima de la barbarie se alcanzó durante la Segunda Guerra Mundial. La escala de los medios empleados entonces no ha vuelto a ser, afortunadamente, superada. Para que nos hagamos una idea, veamos tres datos relacionados con el conflicto.
El cañón Dora
El cañón Dora es el arma más grande jamás disparada durante una guerra. Se trataba de un enorme cañón de artillería de 800 mm construido en Alemania por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Se empleó en el asedio a Sebastopol y medía 47 metros y pesaba 1.350 toneladas. Cada obús tenía 3,35 metros de largo, pesaba más de 6 toneladas y tenía un alcance de 25 kilómetros.
Del cañón puede decirse cualquier cosa salvo que era sencillo de transportar. Para ello se necesitaba una doble vía ferroviaria que se iba construyendo delante de él.
Poseía un equipo de más de 3000 hombres entre los que se encontraban unos 500 soldados de dotación y mantenimiento, dos batallones de artillería antiaérea ligera, un cuartel general, un grupo de inteligencia que incluía un avión de reconocimiento de blancos Fieseler Fi 256 Storch y un largo etc. .
En total el arma necesitaba más de mil hombres al mando de un ingeniero encargado de la construcción de la vía ferroviaria y el emplazamiento del cañón. Pero ahí no acababan los problemas.
Su montaje tardaba seis semanas en montarlo y se requería de media hora para cargar cada proyectil, por lo cual es fácil de entender por qué resultó sumamente poco práctico. Fue abandonado después de sólo 13 días de uso y tras haber disparado 48 proyectiles.
A día de hoy sigue siendo la pieza de artillería más grande jamás construida.
La batalla de Kursk
La batalla de Kursk bautizada así en honor a la ciudad rusa, fue la contraofensiva nazi tras la derrota de las tropas de Hitler en Stalingrado. En realidad lo que sucedió en Kursh fueron varios choques relámpago de las tropas nazis, ya recompuestas, y el ejército soviético durante el mes de julio y de agosto de 1943.
¿Quién venció? Los soviéticos, que además lograron asentar un golpe terrible contra las reservas nazis de carros de combate.
Aquella batalla marcó el inicio del avance soviético que culminaría con la toma de Berlín.
¿Cuántos recursos y hombres participaron en aquella batalla?
Los nazis aportaron casi 800.000 hombres, 3.000 tanques, 2.000 aviones y cerca de 10.000 cañones y morteros. Se trata de uno de las mayores fuerzas de ataque jamás ensambladas en la historia de la humanidad.
¿Cómo pudieron pararla los soviéticos? Aportando 2.000.000 de hombres, más de 5.000 tanques, más de 25.000 cañones y cerca de 3.000 aviones.
Solamente la línea defensiva de los rusos medía más de 240 kilómetros de largo y 150 de ancho. Se cavaron casi 5.000 kilómetros de trincheras y se colocaron un millón de minas. Las bajas humanas fueron cuantiosas por ambos bandos (más de un millón de muertos en total), especialmente entre los soviéticos, y se la consiera la batalla directa de mayores proporciones en toda la Historia.
El regimiento de infantería 442
El 442 regimiento de infantería fue un regimiento estadounidense, famoso por el valor legendario de sus miembros y por su origen, ya que eran descendientes de japoneses.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos ciudadanos estadounidenses con ascendencia nipona se vieron en la disyuntiva de tener que demostrar fidelidad a su país de acogida, en plena guerra contra su país de origen.
Por ello, muchos de ellos (3.800 para ser más exactos) se alistaron en el ejército y pasaron a combatir en el regimiento 442 de infantería. A juzgar por los resultados no lo hicieron nada mal.
Hay que explicar que un regimiento normal se compone de entre 2.000 y 3.000 hombres, así que los nipones eran el regimiento más numeroso jamás montado.
Ganaron 18.143 condecoraciones mientras sirvieron en África, Italia, Francia y Alemania. Sus integrantes obtuvieron 21 medallas al honor, 52 cruces al servicio distinguido, 560 estrellas de plata, 4.000 estrellas de bronce y 9.486 corazones púrpura.
Si tenemos en cuenta que el corazón púrpura se obtiene cuando a uno le hieren de gravedad en el campo de batalla, y dividimos las 9.486 condecoraciones recibidas entre los 3.800 integrantes del regimiento, inferimos que cada soldado fue herido de media unas 2,5 veces.
Entre los logros obtenidos por este cuerpo de combate está el haber rescatado al "batallón perdido", un regimiento de 200 hombres aislado y rodeado por tropas nazis en los Vosgos, en Francia.
Tras 5 días de fieros combates y después de sufrir 800 bajas, los nipones lograron liberarlos.
Las crónicas cuentan que cuando los nazis se rindieron a las tropas de asedio, quedaron desconcertados al ver que se trataba de japoneses con uniforme estadounidense.
A pesar del valor mostrado en el campo de batalla, cuando los soldados de origen japonés regresaron a los Estados Unidos tuvieron que enfrentar los prejuicios raciales.
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