Las piedras quedaron junto a los cuerpos del alcalde y el funcionario asesinados. Ap
Este hecho podría no estar relacionado con su ejecución, pero llama la atención porque en otros dos de los cinco asesinatos de alcaldes de este mes ha estado presente la venganza de policías como móvil.
A Edelmiro Cavazos, regidor de Santiago, en Nuevo León, le mataron porque había restado de la paga 700 pesos (unos 40 euros) a varios agentes de tráfico como sanción. Lo confesaron después los seis policías detenidos en relación con su asesinato y relacionados con Los Zetas, y lo confirmó ayer uno de los implicados directos en su secuestro y ejecución.
También Alexander López García, alcalde del Naranjo, en San Luis Potosí, había cesado a toda la plantilla de la Policía Local por corrupta antes de morir acribillado en su propio despacho municipal.
El regidor de Tancítaro, Gustavo Sánchez, que no militaba en partido alguno y era maestro de profesión, decidió prescindir de los 60 agentes poco después de tomar posesión de su cargo, en diciembre pasado, cuando fue designado por el Congreso local para sustituir al anterior, que junto con el resto del Ayuntamiento en pleno presentó la dimisión por amenazas del crimen organizado.
La Fiscalía de Michoacán insiste este martes en que la hipótesis no es concluyente para explicar un asesinato que, además, llama la atención por el método. En lugar de las habituales ráfagas de fusil que firman las ejecuciones del 'narco', a Gustavo Sánchez le mataron a pedradas.
Los forenses encontraron junto al cuerpo del alcalde y un funcionario municipal piedras de 40 centímetros de diámetro ensangrentadas. Las investigaciones avanzan que pesaban unos 20 kilos y que se cree que les fueron lanzadas desde una altura de metro y medio.
La Fiscalía ha manifestado también su extrañeza, en declaraciones a Milenio TV, por el hecho de que la última vez que se vio al alcalde con vida fuera el viernes pasado, que nadie supiera nada de su paradero desde el sábado y que, sin embargo, no se haya tramitado denuncia alguna por su desaparición.
Gustavo Sánchez es el quinto alcalde mexicano asesinado en el último mes y el undécimo en lo que va de año en México. En la última semana, ha sido enterrado el del municipio de Doctor González, en Nuevo León, Prisciliano Rodríguez Salinas, mientras el de Gran Morelos, en Chihhuahua, Ricardo Solis, continúa en estado muy grave tras recibir cuatro disparos en la cabeza.
Publicado por El País de Madrid
http://www.elmundo.es/america/2010/09/28/mexico/1285689098.html
Matan a otro alcalde mexicano, el segundo en menos de una semana
Los asesinatos de alcaldes parecen no tener fin en los últimos días en México. Este lunes 27 de septiembre de 2010 ha sido encontrado el cadáver de otro regidor, el de Tancítaro, en el Estado de Michoacán, que se convierte así en el segundo ejecutado y el tercero atacado en menos de una semana.
Según las primeras informaciones, la víctima, Gustavo Sánchez, de 27 años, fue asesinada a machetazos junto con el secretario municipal, aunque otras versiones apuntan a que fueron lapidados a pedradas hasta la muerte. Los cuerpos de ambos han sido hallados con la cabeza destrozada, las manos atadas y los ojos vendados, según ha difundido 'Milenio TV'.
Los cadáveres se encontraban en la parte de atrás del vehículo que era propiedad del alcalde, en un camino rural de la zona de Uruapan, algo alejada del municipio que gobernaba.
El regidor, que no militaba en partido alguno y era maestro de profesión, ocupaba el cargo desde diciembre pasado, cuando fue designado por el Congreso local para sustituir al anterior, que junto con el resto del Ayuntamiento en pleno presentó la dimisión por amenazas del crimen organizado.
La muerte de Gustavo Sánchez se produce tras la ejecución la semana pasada de otro alcalde, Prisciliano Rodríguez Salinas, regidor de Doctor González en el estado de Nuevo León. Y tras el ataque el viernes pasado contra otro edil, Ricardo Solis, que aún se debate entre la vida y la muerte tras recibir cuatro disparos en la cabeza en el estado de Chihuahua.
Con el homicidio del michoacano suman ya cinco los asesinatos de alcaldes sólo en el último mes, y 11 los regidores ejecutados en un año en México. No es causalidad que la semana pasada el Senado aprobara una propuesta para exigir al Gobierno mayor protección para estos cargos públicos.
Los analistas políticos mexicanos han colocado estos días la polémica de los ataques a los alcaldes en el primer plano de la actualidad. Además de criticar la falta de protección de estos políticos, alertan sobre el mensaje que dejan los narcotraficantes con sus asesinatos, en un atentado contra la democracia con el que quieren demostrar quién es la autoridad, que no importa a quién elijan los mexicanos para gobernar.
http://www.elmundo.es/america/2010/09/27/mexico/1285616377.html
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